AQUÍ ESTAMOS DE NUEVO

He conseguido arreglar el chisme. Aún estoy con pequeñas reparaciones, porque claro, me lo he cargado todo. Pero funciona, así que no me puedo quejar. Diez días sin internet han sido insufribles. Lo reconozco estoy enganchada. Pero hoy pensaba que hay gente que tiene otros hobbies, como la jardinería, o las maquetas. Pues este es el mío, internet. Ni sé las horas que echo aquí. A veces me duele la espalda y me voy al sofá a descansar. Pero siempre se me ocurre algo. Leer a alguien o jugar o escribir y vuelvo al poco rato.

Estos días han sido llevaderos porque trabajaba y allí podía mirar algo. Pero desde el viernes estaba de vacaciones y me pasé todo el sábado instalando y reinstalando, me fui a la cama sin conseguir que funcionase, pero según me levanté el domingo lo volví a intentar y por fin, por fin, me costó dos días pero funcionó.

En absolutamente nada, pero nada, echaría yo tantas horas. No sería capaz de hacer esto por nada más.

Ya me pasó con mi primer ordenador, me pasaba cantidad de noches en blanco. Estaba estudiando informática y me picaba programando. Era terrible, era malísima. Mis compañeros, todos, sabían programar, venían de cursos de FP, pero yo hacía años que había acabado el COU y jamás tuve ni un Amstrad, ni nada parecido.

No valía para programar. No era capaz de acotar los problemas. Pero era muy constante, eso es verdad. Me picaba y salía. Programaba cosas pequeñísimas, por ejemplo, una suma. Pero ojo, lo que me costaba.

Antes sabía mucha informática si me comparaba con la gente que me rodeaba, pero ahora me voy quedando desfasada. Eso sí lo que sí sigue pasando es que no me rindo, reinstalo, borro, vuelvo a empezar.