CARNÉT DE CONDUCIR
Era muy jovencita, aún no tenía 18 años y ya estaba sacándome el carnét. Ahora mi hija lo intenta, pero como no va nunca a la autoescuela no lo logrará.
A mí me parecía muy pronto, me aburrí en la academia hasta que me dejaron presentarme por tener ya los 18. Mi primera clase de verdad me dio muchísimo miedo. Quedé un sábado a las 8 de la mañana con el profesor, yo no sabía ni cuantos pedales tenía el coche, no había cogido un coche nunca. Así que él me llevó a la zona de pruebas, por el Val, aparcó y me dijo: vamos a desayunar, a mí me pareció bien, aunque yo ya había desayunado, él se metió 3 copas de coñac para el cuerpo y yo me decía:¡ Dios!, este me tiene que enseñar a mí en este estado.
Luego resultó que no era profesor de autoescuela de verdad, porque en los exámenes figuraba una tia que yo no conocía y que venía sólo para hacerlos. Él imagino que habría perdido la licencia por beber.
Me costó tres veces sacármelo. El teórico a la primera, pero el práctico, con esa manía mía de saltarme los semáforos en rojo, pues no. El segundo examen me paré en un paso de cebra que no estaba anunciado, yo sabía que estaba allí porque era justo en la puerta de mi autoescuela. Me suspendieron por pararme, el de detrás venía muy fuerte y según el examinador en ese caso no tenía que pararme.
De la tercera no recuerdo nada, sólo que aprobé pero pasó sin pena ni gloria. Desde que me dieron el carnét no he dejado de conducir ni un día en mi vida. Siempre he tenido coche salvo un periodo de un año y lo he utilizado hasta para ir a mear.
Tengo muchísima potra aparcando, así que siempre me voy hasta la puerta de los sitios, si hay sitio allí, bien, sino, empiezo a hacer círculos alrededor.
He aparcado en la puerta del Ayuntamiento de Madrid, en la Castellana al lado del Ministerio de Sanidad, en la plaza de Antón Martín ahora que están de obras. Casi siempre encuentro donde y además cerquita.
Pero en mi barrio no, allí como llegues a mala hora no encuentras un sitio ni en 5 kilómetros a la redonda.
Comentarios
Yo sólo pasaba miedo con la mía mamma, que en los cruces salía sin mirar adrede, es decir, salía mirando hacia adelante, pensando que el que venía se daba cuenta de que no miraba y, claro, la dejaba pasar (amén de pitarle hasta desgañitarse, vaya).
Puedo contarlo.
:S
Besitos para que te pongas arcén.
:O
Eso de mirar para adelante lo hago mucho, el que venga detrás que arreé.
Te imagino en un ceda el paso:
fulano.- cuidado nenaaaaaaaaaa PIIIIIIII!!
virginia.- cuidao de quéeeeeee!!! baah!
fulano.- te den morcillaaaaaaaaas!
virginia.- te las voy a dar yo, que te voy a poner verde en mi blog!!
jajajajajaja