EL FOLLÓN
En este preciso momento al lado del ratón y el teclado tengo: el mando de la tele, el libro que estoy leyendo, el paquete de tabaco, el teléfono móvil, el cepillo y el peine, la botella de coca-cola, la botella de agua, un vaso, el cenicero, montones de papeles. No puedo casi mover el ratón porque no hay sitio, la mesa es muy pequeña. Tengo dos portalapices, un sacapuntas eléctrico, una caja con tonterías, un cacharro para los papeles y el teléfono fijo, la pantalla del ordenador, que menos mal que es plana. No puedo moverme sin tirar algo. Se me da muy bien lo de tirar el agua o la coca-cola en el teclado. No sé cuantos teclados llevo ya usados, unos cuantos. Este es negro, no sé de dónde salió, el ratón es de fortuna, se me rompió el óptico y este era el de repuesto, que se convertirá en definitivo por dejadez. Eso sí hay un conjunto de color impresionante, nada es del mismo color que el resto. La pantalla gris, el ratón rojo, el teclado negro, el teléfono fijo blanco. A mí que me encantan las cosas conjuntadas y uniformes.
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