Biblioteca física

Aunque yo no esté ahora mismo porque estaré tomando mojitos en La Habana quiero dejar programado este post para celebrarlo. Hemos cumplido 3 años, si miráis en el archivo parecerá que no, que este blog no tiene tanta antigüedad, pero empezó aquí , hace muchísimo tiempo. Las cosas han cambiado mucho, ya no soy la que era. He escrito desde entonces más de 1.000 posts , contando sólo el blog de vitalidad claro, porque si cuento por ejemplo Itaka en el corazón o el de Mujeres y Teología ya ni sé cuantos van. Lo he hecho siempre desde la sinceridad, dando lo mejor de mí, intentando no mentir pero tampoco he querido hacer daño a nadie, cuando me cambié de vitalidad a vitalidad2 lo hice porque no quería hacer daño a Eladio , pensé que me leía y así no me encontraría, soy muy gilipollas. Me he cortado de decir muchas cosas para no herir a mi hermana o a mi madre cuando sé de sobra que ninguna de las dos ni me leen ni me leerán nunca, pero por si las moscas no vaya a ser... He borrado post...

No voy a llorar ¿para qué? si ni a Telefónica ni a Orange le importa. Pero no hay ni Dios en Alcalá, mis amigas están de vacaciones, hasta el 10 no me voy y me estoy volviendo loca poco a poco. Llamo a Telefónica y me dicen que estoy metida en un bucle, pues que me saquen, leche. Me he venido a casa de mi madre, como no está mi hermana puedo usar su flamante, nuevísimo y estupendo ordenador que me da una envidia que para qué, funciona a toda leche y encima a 6Mb de las buenas. Se bajan las cosas en un suspiro. Parece magia. Pero si llamo a Tele2 y vuelvo a empezar me va a dar un ataque. Prefiero no meneallo más. Desde mi retiro y aislamiento os recuerdo, si a la vuelta no tengo internet tomaré acciones legales.

¿Me pongo a hacer la mochila? Me da un miedo atroz, tengo que meter lo de 20 días en un espacio tan chiquitito que sé que va a ser imposible. Me voy a llevar pocas cosas, mucha ropa interior y poco de lo demás. Ya lavaremos, ¡qué le vamos a hacer!. No puedo cargar con mucho peso porque vamos a andar mucho. Pero sé que en cuanto que meta el chubasquero y la toalla la mochila se va a quedar en nada, necesito un compresor o algo así. Voy a hacer una caja para las medicinas y las comidas sin gluten, porque tienen que ir en su caja sino no pasan la aduana. Las medicinas las dejaré en La Habana en el primer hospital que vea y la comida la sacaré de las cajas que abulta un montón e intentaré meterla en la mochila como pueda. No me llevo casi nada porque no me cabe, qué cruz.

Esto está más despoblado que la calva de Kiko Matamoros. Puedo salir del trabajo pero no entrar, para ello tengo que buscar al conserje. Por lo menos funciona el aire acondicionado. La nómina no consolida, no sé a qué hora saldré, pero no pienso volver, mis compas se quedan hasta el día 3, bueno mis dos compas, porque no queda ni Dios. La cafetería está cerrada, todo está en silencio. Da miedo.