LA NAVIDAD, LA LOTERIA, OTRO CICLO MÁS

Se nos acaba el año, es un decir, porque el año continua, esto no es más que un acuerdo que ni siquiera es universal, los chinos lo acabaran después. Llegan las fiestas. El otro día Magda me dejaba una crítpica felicitación, en España está clarísimo, dices Feliz Navidad y no te tienes que preocupar más. Supongo que en lugares donde abundan más los judíos o gente de otras religiones no será lo mismo. El día 26 es Janucá, tengo en mi calendario todas las fiestas, las católicas, las judías y las musulmanas. Los judíos no tienen Navidad, no creen en Jesús y los niños lo pasan mal, ¡como no dejarse influenciar por Papá Noel y sus regalos!. No sé de dónde viene el Janucá, la verdad, las fiestas judías que conozco son la de las tiendas y la Pascua, pero es normal que haya muchas más.

La lotería, son las 9 y cuatro y minutos, los niños de San Ildefonso ya están cantando, yo no los oigo este año porque ya no estoy en la plaza, allí ponen megafonía y te pasas el día oyendo el soniquete. Tengo recuerdos muy bonitos de este día. Una vez en Santander, en casa de mi tia Isabel, con mis primas, tenían dos camas pequeñas y me echaban de sus camas, yo me pasaba de una a la otra y mientras los niños cantando en la tele del salón.

Una navidad, que mi padre había comprado un montón de décimos, me empeñé en ir cogiendo todos los premios según salían, misión imposible, el gordo no lo escuchas y otros tampoco por el jaleo que se monta en el salón de loterías.

Hace la tira de años nos tocó bastante en Navidad, era una aproximación sólo o el anterior o posterior, uno de esos. Mi padre llegó del trabajo y gritó en la puerta: Nos ha tocado la lotería. Mi madre, que estaba subida en una banqueta sacando las maletas pues nos ibamos a Santander en cuanto mi padre saliera de trabajar, pegó un salto y casi se cae, mi hermana que estaba a su lado la cogió.

Aquella Navidad en Santander sólo oímos una cosa, págate algo que te ha tocado la lotería, cuando volvimos a Alcalá teníamos menos dinero que antes de que nos tocara. Como siempre la generosidad de mi padre hizo el milagro de repartir lo que no había y nos quedamos sin un duro.

Yo por principios no compro loteria, ni siquiera una participación, este día es el día en que siempre me toca a mí la lotería porque como no me he gastado los 60 euros de mi madre, o los 150 que llevan los españoles como media, pues eso, me tocan o 60 o 150 euros fijo. Todos los años me toca la lotería y este no va a ser menos.

Cuando mis compañeros compran la lotería de la Universidad siempre me dicen ¿y si toca? Y yo les digo que toque, que toque a ver si así os vais y me dejais en paz. Si la compro yo no toca. Y se conforman, me respetan, no me dan la vara, la verdad. No llevo ni un céntimo este año, otros me suelen regalar en la carnicería o en sitios así pero este año no. Nada de nada.

Mucha suerte para todos.