MI FONDO DE AGENDA
Ese es el problema. Mi fondo de agenda. Tengo la agenda llena durante todo el año, puedo elegir adónde ir, menos en verano. Todo se interrumpe. Se supone que hay que descansar ¿pero de qué? Si yo no estoy cansada. No tengo ganas de que lleguen las vacaciones. Son 40 días, es muchísimo tiempo, me aburriré, lo sé. ¿Qué voy a hacer? Todo esto viene a cuento de que María se va mañana con su padre a Oropesa y me siento sola. Siempre que no está me deprimo. No como, porque hacer comida para uno solo es un rollo. No hago nada. No tengo nada en el fondo de agenda. Tengo la agenda llena pero es de compromisos exteriores, no tengo compromiso interior. No tengo ningún compromiso con nada ni con nadie. Eso es buenísimo a veces pero cuando llega el verano es de echarse a temblar. No tengo libros que leer en el verano que no me haya leido durante el curso. Yo leo siempre. La tele no es compañía, se dedican a poner reposiciones. Y yo me desespero. Podría limpiar la casa, pero eso es el último recurso...