L.I.E.

Menuda película más rara, más bonita y más de pensar. Por un lado es una película sobre la soledad, por otro sobre la adolescencia, por otro sobre la pederastia y por otro sobre la prostitución pero de los niños. No sé si he captado todo lo que quiere decir, pero me ha gustado mucho.

En el cine estaba incómoda, porque llegué tarde y a pesar de que conseguí mi sitio de siempre, llegó un hombre más tarde que yo y se sentó a mi lado. Como no es la primera vez que intentan meterme mano en un cine pues estuve tensa toda la peli a pesar de que no pasó nada.

Es lo malo de ir sola al cine, aunque las otras veces que me ha pasado lo mismo he ido acompañada y tampoco sirve de nada.

Siempre me acuerdo de una historia que contaba mi padre, en un cine en la calle Carretas al que fue con mi madre, la colocó en la esquina y él a su lado pero no le sirvió para nada porque un tio se sentó en el reposabrazos de mi madre. Cuando lo cuento todo el mundo piensa que menuda peli irían a ver mis padres porque ese cine ahora se dedica a pelis X pero esto fue en la dictadura y no creo que la película entonces fuera demasiado subida de tono.

Esto me hace recordar la cantidad de tardes que he pasado en el cine, con mis padres, ibamos a cines de sesión continua los viernes, los sábados y los domingos hasta tal punto que había veces que no encontrábamos un cine en el que no hubiéramos visto una de las dos películas. No sé por qué mi padre tenía tanta afición cuando lo normal era que se durmiera. Pero he visto tanto cine cuando era cria que ahora echo de menos eso, dos películas seguidas, las palomitas y pasar todo el día en el cine.