EL CINE DE AYER


Cuando llegué a comer a casa de mi madre en TCM estaban poniendo "Mi desconfiada esposa". Lo que me pude reir volviendola a ver. Me acordaba de muchos detalles de la peli, pero son de las que puedes ver cienes y cienes de veces y jamás dices ¡qué rollo!

Para compensar por la noche fuimos a Kinepolis y vimos Princesas. No quiero reventar la peli, solo diré que me pasé la mitad llorando.

Es verdad que para ver una película tienes que tener el día, bueno o malo. Me ha pasado a veces, que vas a ver una y no tienes el día para ver qué sé yo una comedia y no te ríes. O no tienes el día para ver una triste y o lo pasas mal o no te llega.

Siempre me acuerdo de cuando vi "El gran Lebowsky. Fui con resaca. Es que me la pillé por la mañana, a la hora del vermút y me acostaron y luego por la noche nos fuimos al cine. Odié esa película. Mis amigas se durmieron viéndola, aunque fue por culpa del alcohol, pero yo me la tuve que tragar y no era el día para verla. Eso lo tengo clarísimo.

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