Estoy en Madrid y no en Buenos Aires

Llevo un montón de días sin escribir, disgustada, paranoica, con miedo de que él me leyera, él, el que me había invitado a ir a Argentina, él, a quien espero no volver a ver nunca más. Como ahora está allí y no creo que lo vaya a leer me animo a escribirlo por fin.

Dos veces, dos, me ha engañado y me siento una gilipollas. Porque si me engaña una la culpa es suya pero como lo hizo dos, la culpa es mía.

Contar esto es muy doloroso, por eso lo he ido dejando e incluso he intentado escribir algún email a algunos de vosotros pero no he podido, los he borrado.

No es tan importante, Argentina sigue allí, no se va a mover del sitio y cuando me dé la gana iré, pero le he cogido una manía...

Me ha hecho sufrir un montón esta historia. Me he hecho sufrir yo sola. He entrado en una espiral de autodestrucción y no sé si es anterior o posterior a esta historia. Sólo sé que estoy fatal y que no estoy en Argentina.

Ayer me mandó un montón de SMS diciéndome que aún estaba a tiempo, que me fuera con él, no le contesté, hace muchos días que no le contesto ni a sus emails ni a sus SMS.

La primera vez que me tomó el pelo pensé que había sido por una tia, me dijo que andaba con una y que le había comido la cabeza y me lo creí porque como los tios son como son. Le dije que se fuera con ella, que cambiara los billetes. Pero no quiso, le salía muy caro al parecer. Quería que nos fuéramos pero que no se enterara nadie y le dije que no. Yo no tengo por qué esconderme de nada y estas cosas siempre salen mal.

Paso el tiempo y volvió a insistir y a decirme que ya no tenía nada con esa tia y que nos podíamos ir sin condiciones. Yo me lo creí, porque uno siempre se cree lo que se quiere creer, porque me hacía mucha ilusión ir, porque estaba viendo que me quedaba sin viaje, porque estaba optimista en ese momento o vete a saber por qué.

Pedí los días en el trabajo, me los concedieron y de pronto empezó otra vez con tonterías y ya no, ya no, una vez sí pero dos no.

Aquí estoy, el día que tenía que estar en Buenos Aires.

Le pongo emoción a mi vida pero a qué precio. Ayer no me atrevía a ir a mi casa por si aparecía por allí antes de ir al aeropuerto, me escondí en casa de unos amigos. Lo que digo, paranoica, loca de atar.

Tenía que haberme dado cuenta porque se llamaba igual que el último que me hizo daño pero como soy tan idiota eso era lo que me gustaba de él, el nombre, nada más.

Ahora viene lo más duro, recupérate otra vez, vuelve a confiar, después de tantos palos, me volveré a encerrar en mi concha porque estas cosas duelen mucho. Soy así, ingenua, gilipollas, inmadura, estúpida, una niña que se lo cree todo.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Ay, chocho, ni eres ingenua ni gilipollas ni inmadura ni estúpida. Si acaso, una niña que se lo cree todo. De todos modos, lo que yo creo es que eres humana y éstas cosas pasan. Y a saber qué le contó a la otra... Yo, sin ir más lejos, me he tirado al novio de mi compañera de piso en un break que se tomaron y ahora ando igual, con cara de tonta sin saber si ir a casa o no (me hice okupa en casa de un amigo). Ay, la vida, chocho. La vida...
vitalidad ha dicho que…
Chirvi veo por tu blog que vas de guasa y así me lo tomo. No sé qué decirte.
Steloide ha dicho que…
No es cierto que si te la juegan dos veces la culpa sea tuya, tu has creido en su naturaleza humana, si te la juega tres la culpa es tuya: no tiene naturaleza humana, demostrado.

Yo me habría escondido igual que tú, no es paranoia, es que es más fácil ignorar cuando es a distancia (por el móvil) o el tiempo lo ha templado todo. Ahora sigues estando de vacaciones o las has cambiado?
si sigues de vacaciones... no sé aprovecha para hacer todo aquello que no haces de normal, perrea y llega tarde a casa, dile a la niña que te quite el toque de queda ;-)
En el fondo me alegro que lo que te pasa no sea una enfermedad, esto se cura con tiempo, y el tiempo no tiene efectos secundarios.

Besos a granel.
vitalidad ha dicho que…
No, cancelé las vacaciones, gracias a Dios, porque me quedaba sin días libres para no hacer nada. Así si surge algo o si los necesito después los podré pillar. Estoy currando y terminando el curso. Nada de relajarse, todo lo contrario. Tú en cambio sí estás de juerga ¿no?
alimeda ha dicho que…
Antes de nada muchos ánimos.
Yo no creo que la culpa sea tuya. Simplemente que una no se puede imaginar que haya gente con tan poca consideración, humanidad que te estén mintiendo y te sigan mirando a la cara. Nunca he sabido si en el fondo ellos mismos se creen sus propias mentiras y por eso duermen tan tranquilos.
Y ahora mímate mucho. Date caprichitos. Haz lo que te dé la gana!!!
vitalidad ha dicho que…
alimeda, gracias por tu comprensión, eso de los caprichitos es peligroso, no paro de pensar en gastar, que si me compro un portatil, que si me compro un autoradio con usb para el coche, yo no pienso en trapos pero en tecnología... parezco un chico.
Unknown ha dicho que…
Hola Virgi
La culpa no es tuya. A veces, no nos damos cuenta de las cosas hasta que no las tenemos encima. Hay "personajes" que se aprovechan de la buena voluntad, imaginan que se puede jugar con las personas como si fuéramos cartas. Animo que la vida sigue y seguro que tienes otras oportunidades de viajar o de lo que se tercie.
vitalidad ha dicho que…
No sé Carmen nadie te hace daño si tú no se lo permites y yo creo que muchas veces lo permito y entonces no puedo echar las culpas a los demás, la culpa sería mía.

Me hago más daño yo del que los demás me hacen. Quizás me autocastigo, no sé.

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