CARNAVALES DE CADIZ II

Viernes, nos levantamos a la 1 y había que estar a las 2 en el puerto para coger el vaporcito. El barco que cruza hasta el Puerto de Santa María. Tuve que forzar mucho la marcha, tenía que haber pillado el autobus, pero en fin. Conseguimos llegar, como siempre corriendo. La travesía fue muy divertida, cantamos, tocamos los pitos de chirigotas y sobre todo el mar estaba encrespado y pude coger las olas poniendome de pie. Estupendo, lo mejor del carnaval.

Nos pusimos ciegos a marisco en Romerijo. No nos dió tiempo ni siquiera para ver un poco de Puerto de Santa María fue tan larga la sobremesa que nos teníamos que volver corriendo porque salía el último barco. Me trajo muchos y buenos recuerdos volver allí. En aquel sitio por primera vez me embarqué en velero y cuando pasábamos con el vaporcito y veía la marina y esos veleros tan hermosos de dos palos me entró la nostalgia.

Al llegar a Cádiz nos separamos en varios grupos, unos se fueron a echar la siesta, otros a ver Cádiz, yo me pillé un autobus y cuando estaba llegando al hotel entre edificio y edificio se veía un atardecer precioso, me fui a la playa, pero me quedé sin batería en la cámara de fotos así que saqué el móvil, no es que me hayan salido muy allá pero aquí están las fotos. Estuve como una hora sola paseando por la playa, yendo y viniendo por la arena mojada, el cielo cada vez estaba más bonito y yo cada vez me sentía más segura de que no se me había perdido a mí nada en Cádiz, ya ves tú.

Por fin el sol se puso y me fui a echar la siesta, pero entre cambiar las pilas a la cámara, arreglar el desodorante que no le daba la gana de salir por el pitorrito, cargar el movil, preparar el dinero y demás gilipolleces se me hizo tardísimo. No me pude dormir. Me levanté y me uní al grupo que estaba de visita por la ciudad vieja. Las calles estaban algo más animadas. Nos fuimos cerca del Teatro Falla a ver la entrada de las chirigotas porque esa noche era la final. Nos contaron que ese día todo el mundo se quedaba en casa viendo en la tele la final, así que imaginar, después de cenar todos los bares cerrados y acabamos en el mismo sitio del día anterior. Bailé bastante e incluso ligué, aunque nada aprovechable, me fui para el hotel de las primeras.