Es el título de un post de Julen. Me ha gustado tanto que le contesto aquí: Pues no, siento ser tan dura, pero no soy tu amiga. Para ser mi amigo hacen falta 25 años de antigüedad. Eres como dice Santiago Segura un amiguete. Gente que conoces, que con el paso del tiempo puede que llegaran a ser tus amigos, pero el concepto es demasiado importante para quedar desvirtuado. Yo me críe en Barcelona, allí solo tenías un amigo o una amiga, más era impensable. Cuando llegué a Madrid me di cuenta de que todas eran amigas, se lo decía a mi madre soprendida, en el colegio dicen: mi amiga tal, mi amiga cual, todas en clase son amigas. No entendía nada, pronto aprendí que no era cierto, que sus amistades no eran tales, que se peleaban entre ellas, no sé, que era una amistad muy genérica. Siguiendo con mi forma de mi actuar me hice una amiga, una sola, en el colegio. En el instituto las cosas cambiaron, porque ya no se trataba de una amiga, había que ligar y la cosa estaba difícil con uno solo, hab...