NO VUELVO MÁS

Un desastre la visita ayer a Segovia. Cuando salí llamé por el móvil a mis amigas y lo tenían desconectado, pero como era tan temprano no me preocupe. Me fui por Navacerrada y disfruté un montón con el paisaje, iba tranquilita, despacito, sin prisas. Llegué a muy buena hora a Segovia, volví a llamar y nada. Me empecé a mosquear. Llamé a Madrid a otras amigas a ver si alguna tenía otro móvil y nada. Cuando ya desesperaba, aparqué el coche, que menudo follón de atasco había y me senté en una plaza. Saqué la agenda y encontré la dirección de su casa. Entré en un estanco y pregunté cómo ir. Me mandaron coger el coche y otra vez me metí en el follón del tráfico. Llegué hasta la Academia de Artillería, al ladito del acueducto, pero la plaza no se llamaba así. Como yo iba a la plaza de la Academia, me mandaron a la Academia. Pregunté a varios policias y ninguno me sabía dar razón. Al final en un cruce, en el que impedía el paso a todo el mundo pillé a un poli muy majo que llamó a la central y por fin me indicó bien. Tenía que encontrar el barrio del Carmen o la plaza de Toros. Dí muchas vueltas, muchas, pero al final encontré la calle, no era una plaza, era una calle que se llamaba plaza. Aparqué y bajé, llamé al telefonillo sin mucha convicción y me contestaron ¿Pero qué haces aquí? Ahí se me hundió el mundo. No me esperaban.

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