No quiero currarme este blog, trabajar para él, quiero que él trabaje para mí, él es mi instrumento, yo no soy su esclava, él es mi esclavo. Él es el que me tiene que proporcionar buenos momentos. Si un día se muere será culpa suya, no me sentiré culpable, si un día no tengo nada más que decir será porque él ya no cumple su función. Ni siquiera sé en este momento cuantos posts llevo, no sé cuantos comentarios habéis dejado, yo he dejado casi la mitad porque siempre os contesto. No es cuestión de números. No es cuestión de años de dedicación, no lo hago ahora mejor que antes, ni peor. Es cuestión de tener algo que decir. Lo que importa es el contenido. No es la forma, ni que la plantilla tenga flores o música, muchos links o pocos, un cursor que haga el tonto en forma de merlín o estrellitas, que el fondo sea rosa o negro. Lo sé porque leo muchos, en estos momentos 257, no consigo bajar, como mucho subo, por más que elimine es inútil, siempre un blog me lleva a otro y me lo agrego. Los
Comentarios
Yo lloro con facilidad y por las cosas más nimias, pero creo que sigo siendo fuerte. A veces las lágrimas tambien nos curten...
Un abrazo guapa
el dolor se tiene que sentir y llorar, asi se mitiga. sobre todo ese tipo de dolor.
y una mierda el ser fuerte. Ser fuerte no es reprimir la lagrima, ser fuerte es sobreponerse al dolor pero eso solo lo da el tiempo. aun es pronto.
animos.
Lo único, mi simpática amiga, es que la palabra "froto" es muy fea y poco sensible, todo lo contrario a usted. Creo que el verbo frotar es indigno y expresa de forma más vulgar lo mismo que "refocilar" -de índole inequívocamente sexual- hace de una forma galante. Ese frotar se me escapa del universo ligado al verbo "llorar" que usted eligió como protagonista. No lo sé, estoy evadiendo. Sólo no se frote los ojos ¿Me entendió?
Un afectuoso saludo (también me ha encantado el post sobre la lluvia).