QUE TE QUE TE

Situaros, cola en el aeropuerto para facturar, yo acompañando a mi madre y detrás una pareja de jubilados, que se iban a ir con ella en el viaje pero a los que no conocíamos. Intentando no mirar para atrás a pesar de que la cola no avanzaba. Y el señor le empieza a decir a su mujer con muy malos modos, ¿cómo describir el desprecio en su voz? no tengo palabras:
es que eres una inútil...
no has mirado esto...
ya sabía yo que nos iba a pasar...
y al final empezo a decir: quete quete quete quete.
Me recorría la mala leche según lo estaba escuchando. La mujer no contestaba, no decía nada, cambiaba de tema, pero el gilipollas aquel la amenazaba detrás de mí. Yo quería volverme y decirle quete quete yo a ti, imbécil, pero sabía que mi madre se iba con ellos y no era manera de empezar.
Me entró mucha impotencia y mucha mala leche. Recordé a todos los que soportan malos tratos, me da igual que sean hombres o mujeres, a los niños, la gente que aguanta y aguanta. Que normalmente no se queda más que en la amenaza, lo sé, pero nadie tiene por qué decirte eso.
Vale ahora situaros ayer por la tarde en el programa del Boris en Cuatro, me despierto de la siesta y los veo alrededor de no sé qué invento con una bruja de estas que roban con sus gabinetes de teléfono, no sé cómo se llama ni me importa, contestando preguntas con un colgante, si se movía de un modo era que sí si se movía de otro era que no.
Y de pronto se calla y empieza como a llorar y a decir no quiero, no quiero, y allí todos como si estuviera en trance o algo así. Y va la tia y dice que tiene un ataque de pánico porque está amenazada de muerte y la preguntan que si por las cosas que adivina y dice que no, que es su marido. Me cagué en sus muertos. Empezó a decir que su marido la pegaba y los otros la decían que no era el sitio, que se fuera a denunciarlo y ella que no porque no quiere perjudicarle, para haberla abofeteado allí mismo. Lo que quería por supuesto era salir en salsa rosa o cualquier de esos bodrios y llevarse una pasta. Pero como se puede ser tan falsa. Desde luego para bruja no vale, porque si no tenía que haber adivinado que su marido la iba a pegar, pero para actriz, el goya de este año se merece.
Os aseguro que a la mujer del aeropuerto no le temblaba la voz ni se le notaba que la estaban insultando y era en vivo y en directo, no un recuerdo como el de la bruja, lo soportan todo sin que nadie se dé cuenta y que venga alguien así a burlarse de un tema tan grave me pone frenética.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Yo no puedo verlo. Si lo veo, intervengo, sin remedio, pero metiéndome en líos de verdad.

No me sirve humillarlo o responderle, llamarle la atención, simplemente. Así sólo conseguiría que luego, en privado, descargase contra ella, en represalia. No. Yo le monto un escándalo allí mismo y le interrogo directamente y le pregunto a ella si sufre malos tratos.

Una vez iba a entrar en mi casa, en el portal, y vimos venir una pareja de jóvenes (Gisela estaba conmigo). Pero ella venía gimoteando y él la asía por el brazo (no por la mano) y tiraba de ella con desaire. Me planté en frente de ellos y le pregunté a ella qué le ocurría. Claro, el tío se rebotó y me encaró, pero pasé de él "espera un momento, por favor, estoy hablando con ella". Le pregunté si la estaba maltratando y ella me miraba sin atreverse a responder.

Entonces él se enfureció y me invitó a "irnos a la calle de atrás". Gisela se sacó la mochila, la tiró al suelo, y le dijo "¿por qué no lo intentas conmigo, que hago full contact, payaso?" y se plantó delante de su cara, a 5 cm. Dudó... Era un gilipollas de veintitantos, el típico pintas del que no descartas que lleve una navaja en el bolsillo.

Flanqueamos a la chica y llamé a la policía, por el móvil, adviertiéndole que no se atreviera a acercarse a ella. Se largó a los dos minutos. La policía tardó cinco o seis en llegar. Y se la llevaron, consolándola y preguntándole dónde vivía, para acercarla. Lo último que acerté a escuchar es que le estaban recomendando que lo denunciase. Nunca supe anda más de ambos.

Me parece increíble que esto ocurra en la España del siglo XXI pero bueno. Es lo que hay. Hay que seguir luchando. Besitos :**

:)
vitalidad ha dicho que…
Jo como te admiro Toño es lo que me hubiera gustado hacer a mí. No ser violenta, porque la violencia no se arregla con más violencia, pero sí que se enterara de que lo que hace no está socialmente bien visto y sobre todo ayudar a la pobre mujer. Pero soy una cobarde, lo reconozco.
Anónimo ha dicho que…
No creo que seas una cobarde. Yo no tenía excusa: la vi llorando. En tu caso tal vez no fuera el lugar oportuno. Ni el momento.

:**
vitalidad ha dicho que…
Qué rico eres, gracias por tu buena opinión de mi.

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