ESCRIBIR POR ESCRIBIR

Sin nada que contar, sólo escribir, dejarte llevar por el sonido de las teclas, acompasado, musical, como si tocaras el piano. Eso sí con grandes silencios de redonda, pero haces música al escribir, de ruido de fondo el ventilador del ordenador. Sin partitura, sin reglas, sin obligaciones. Escribir por el placer de soltar las manos y dejarlas actuar sin que la cabeza piense que va a poner. De vez en cuando una calada al cigarro, montones de veces dándole a la tecla retroceder para corregir errores y la tecla del espacio, como si fuera el pedal para dar más intensidad o menos, para separar, para que quede legible.

Dicen que escribir es compulsivo, que escribes porque no te queda otro remedio, yo nunca lo había experimentado hasta el blog, ahora cuando no tengo el ordenador cojo un papel y escribo bocetos de posts, estoy escribiendo todo el día con mi mente.

A mi marido le ponía muy nervioso la costumbre que cogí de mecanografiar, al aprender a escribir a máquina como dios manda me pasaba el día tecleando. Cuando oigo la radio a veces me doy cuenta de que sigo haciéndolo, estoy tecleando lo que dicen. Me encanta teclear, cuando escribo a mano lo hago en mayúsculas porque si no me entiendo la letra ni yo y es terriblemente cansado, en cambio esto es relajante.

No sé si construyo algo, creo que no, que escribo por escribir, pero soy feliz.