PERDIDAS
En cualquier sitio te encuentras la seneyra (la bandera catalana, lo he escrito mal, lo sé), nos perdimos al salir de Lleida. Había mucho atasco y no tuve paciencia, me metí por donde no debía, claro que María con el plano se lució.
Acabamos en un camino, tenía miedo de que no llegáramos a ningún sitio, pero no, conseguimos por fin dar con el pueblo y desde allí, preguntando y preguntando conseguimos encontrar Balaguer.
Como ibamos riendonos y nos daba lo mismo la hora no nos alteramos. Llegamos cuando ya estaban en la carpa comiendo, algunos se levantaron a saludarnos y nos dieron de comer igual. Luego empezaron con la pasión de gavilanes los de la animación y ya nos sentimos en casa.
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