LA VUELTA A LA REALIDAD
¡Qué duro y cansado se está haciendo! Mañana tendré que venir a las ocho menos cuarto a trabajar y aún así saldré a las mil. Tengo trabajo acumulado y por lo menos estoy entretenida, mis compañeras han sido muy acogedoras pero casi me hacen llorar. He vuelto a ir a comer a casa de mi madre a mediodía pero esta vez no ha habido ninguna llamada sorpresiva. Hace muchísimo calor. Me han hecho un reconocimiento médico y estoy divina, no sé de qué me quejo tanto siempre. Aún queda mucho día, no sé si lo terminaré o abandonaré y me iré a casa.
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Un abrazo