EDAD
Cuando tenía 15 años me preguntaba mi edad en el año 2000 (36) y me parecía que sería una vieja, quizás lo sea ahora. El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos que decía Pablo Milanés pero el paso del tiempo no parece el mismo para todos. Algunos parece que rejuvenecen. Veo a mis amigos ya con canas, yo también tengo pero casi no se ven, los cuerpos se estropean, nos duele la espalda, aguantamos poco.
En el año 2024 tendré 60 años seré una vieja, ¿esta vez de verdad? o volveré a echar la mirada atrás y a preguntarme ¿cómo me podían parecer viejos entonces los de esa edad?
En mis cumpleaños cuando la gente me dice no importan los años, importa como te sientes tú, yo digo que el espíritu no importa que lo que importan son las vértebras y esas son las que quiero tener de quince años. Y no las tengo.
Me voy escacharrando, no es que tuviera una juventud pletórica, con mi enfermedad, la celiaquía, siempre estaba más o menos mala pero no tenía dolores más allá de eso. Estaba anémica y no podía subir las escaleras del instituto sin hacer una parada, ahora sí puedo subirlas pero llego con el corazon a mil. He ido buscando los bajos, tanto en mi casa como en el trabajo, vivo a ras del suelo prácticamente todo el día.
El suelo, que querencia le he tenido, de ahí no me caigo, me gusta mucho el suelo, tirarme en él, sentarme en él, pues ahora me levanto con las piernas dormidas del suelo.
Mala circulación, malas costumbres y mi cuerpo se resiente. Y con él toda yo, no puedo estar de buen humor cuando me duele algo.
En el año 2024 tendré 60 años seré una vieja, ¿esta vez de verdad? o volveré a echar la mirada atrás y a preguntarme ¿cómo me podían parecer viejos entonces los de esa edad?
En mis cumpleaños cuando la gente me dice no importan los años, importa como te sientes tú, yo digo que el espíritu no importa que lo que importan son las vértebras y esas son las que quiero tener de quince años. Y no las tengo.
Me voy escacharrando, no es que tuviera una juventud pletórica, con mi enfermedad, la celiaquía, siempre estaba más o menos mala pero no tenía dolores más allá de eso. Estaba anémica y no podía subir las escaleras del instituto sin hacer una parada, ahora sí puedo subirlas pero llego con el corazon a mil. He ido buscando los bajos, tanto en mi casa como en el trabajo, vivo a ras del suelo prácticamente todo el día.
El suelo, que querencia le he tenido, de ahí no me caigo, me gusta mucho el suelo, tirarme en él, sentarme en él, pues ahora me levanto con las piernas dormidas del suelo.
Mala circulación, malas costumbres y mi cuerpo se resiente. Y con él toda yo, no puedo estar de buen humor cuando me duele algo.
Comentarios
Mi nueva fecha de referencia es 2023. Me gusta ese número.
:D