EL INTERNADO

En Barcelona estaba interna, lo recuerdo confusamente porque tenía solo 9 años cuando me vine a Madrid. He soñado tantas veces que volvía que lo que ahora cuento puede estar algo mezclado con mis fantasías oníricas.

Jugábamos al beisbol, no lo llamábamos así, pero descubrí que era beisbol muchos años después, en el patio del colegio había cuatro cuadros hechos de diferente color y esas eran nuestras bases, no sé si era buena o no, sé que me lo pasaba divinamente. Teníamos gusanos de seda, cada una en su caja, había una morera en el patio debajo de este columpio que nunca sé como se llama, puente o algo así y nos subíamos arriba haciendo malabarismos para coger hojas.

Teníamos una tienda y vendían unos bollos buenísimos por 6 pesetas, como mi madre me daba 25 pesetas cada semana no tenía para comprarme uno cada día.

Cantábamos cuando llovía en salas muy grandes, sentadas en el suelo. Rezábamos el rosario al empezar las clases de la tarde, un misterio al día y estabas deseando que te tocara a ti empezarlo.

Dormíamos en habitaciones muy grandes con todas las camas juntas, había una pequeñita en la que dormía una monja que no nos dejaba hablar por la noche, aún así lo hacíamos de cama a cama. Recuerdo jugar a continuar las palabras, tú empiezas diciendo abad y la otra tiene decir datil y luego tú latigo y así.

Una vez celebramos una boda, entre niñas, ya, y el pastel lo hicimos con unas galletas y unas manzanas. Nos salíamos a los tejados por las ventanas.

En la sala de estudio había una tele, yo tenía el libro abierto pero miraba para allí, hasta que me regañaban y me hacían ponerme de espaldas.

Eramos muy modernas teníamos lavavajillas pero ayudábamos por turno para recoger el comedor. Nos cambiábamos las cosas que no nos gustaban de la comida, recuerdo dos hermanas que se cambiaban las claras y las yemas de los huevos.

Los fines de semana eran siempre una fiesta, llegábamos a casa y nos poníamos a buscar cosas nuevas que mi madre hubiera comprado durante la semana, por supuesto no nos regañaba, para el poco tiempo que pasábamos con ella no era plan.

Soñaba con volver, al venir a vivir a Madrid lo pasé fatal, yo quería volver al internado.

Comentarios

Enrique Gallud Jardiel ha dicho que…
Un blog ameno. Visita el mío, donde unos amigos nos reímos todos los días.
vitalidad ha dicho que…
Lo haré enrique.
Anónimo ha dicho que…
Se llamaba "bèlit"
vitalidad ha dicho que…
No lo recuerdo, si tú lo dices, será.

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