LA BOMBILLA
Otra vez me ha tocado cambiar una bombilla, esta vez a mi hija. Prefiere estar sin luz a subirse y cambiarla. Lo malo es el casquillo de la de al lado, mañana con la luz intentaré desmontarlo. Qué pereza hacer esas pequeñas cosas, hubo un tiempo en que vivía como dios, pagaba un alquiler altísimo pero si se me fundía una bombilla o algo no funcionaba venían y me lo cambiaban. Fui una idiota al comprarme la casa, es una buena inversión, pero da muchos quebraderos de cabeza. Yo soy de natural vaga, prefiero que me hagan las cosas.
Comentarios
"el lunes viene el fontanero, el martes el electricista, el miércoles me traen el butano, el jueves viene un pornochacho a limpiar el desván..."
PECADORAAAAAAAA
Quiero creer que cuando viva sóla, ante la perspectiva de pasarme el resto de la vida sinluz, venceré mis gilipolleces y subiré la palanca.
Además de vaga, yo nunca me he molestado en aprender ciertas cosas básicas (arreglo de pequeñas cosas), con lo que no tengo ni pajolera de chapuzas :-(
Ay joer!! ¿por qué me haces pensar ahora en estas cosas? ;-) Un beso
Ahora eso sí, las hago mal, no te creas que soy tan maravillosa, con la luz aún, porque es verdaderamente sencillo. Lo malo es cuando requiere fuerza en las manos, que no tengo y no soy capaz.
Ya arreglé el casquillo y ahora la niña tiene un montón de luz, me faltan sólo los focos del salón, ya me pondré con ellos.