EL DINERO
No quiero más dinero. He pasado por muchas situaciones económicasy sé perfectamente que el dinero no mejora ni empeora tu vida. Las cosas materiales no dan felicidad, ni siquiera efímera. En este momento no tengo dinero para viajar, tengo que ahorrar si quiero hacerlo, por lo tanto no viajo.
He tenido muchos lujos, pero cuando vienen mal dadas no pido préstamos, reduzco gastos. Parece imposible porque te lo gastas todo a final de mes pero al final lo consigues.
No quiero que me toque la lotería, tampoco va a pasar porque no juego. No espero una fortuna de un tio de América. No me hace falta.
Quiero muy pocas cosas, en este momento cambiar la cocina de gas. Si me pusiera a hacer listas supongo que podría llenar hojas de cosas que me gustaría comprarme, pero no las quiero, no a cambio de vivir asustada por no llegar a fin de mes.
Esto me costó muchísimo aprenderlo. No sabía pasear el dinero. Al principio iba sin él, para no gastarmelo. Ahora soy capaz de ir y volver y no gastar un duro.
Nunca ahorro en la compra de comida, jamás compro un producto porque esté de oferta, la comida es lo primero. Pero si tengo que renunciar a lujos lo hago sin llorar.
Controlo muchas veces al mes cuanto me queda en el banco e informo a María para que no derroche. No tengo una tarjeta visa, nunca la he usado. Vivir con el mes siguiente es sólo dar de ganar más al banco, más intereses para ellos que se hacen millonarios.
En todo lo que va de invierno no me he comprado nada de ropa, no me hace falta, están los armarios a rebosar, no me he comprado ni un libro, solo para regalarlos.
Gasto mucho en Farmacia, más de lo que quisiera, casi todos los productos para la piel que usamos son de allí, el gel de baño, la pasta de dientes, la crema de manos. Además claro, de medicinas. Gasto mucho en ellas.
De vez en cuando me entra la precoupación económica y empiezo a apuntar todos los gastos, cuando me relajo lo dejo. Ahora no controlo tanto, estoy más relajada.
He tenido muchos lujos, pero cuando vienen mal dadas no pido préstamos, reduzco gastos. Parece imposible porque te lo gastas todo a final de mes pero al final lo consigues.
No quiero que me toque la lotería, tampoco va a pasar porque no juego. No espero una fortuna de un tio de América. No me hace falta.
Quiero muy pocas cosas, en este momento cambiar la cocina de gas. Si me pusiera a hacer listas supongo que podría llenar hojas de cosas que me gustaría comprarme, pero no las quiero, no a cambio de vivir asustada por no llegar a fin de mes.
Esto me costó muchísimo aprenderlo. No sabía pasear el dinero. Al principio iba sin él, para no gastarmelo. Ahora soy capaz de ir y volver y no gastar un duro.
Nunca ahorro en la compra de comida, jamás compro un producto porque esté de oferta, la comida es lo primero. Pero si tengo que renunciar a lujos lo hago sin llorar.
Controlo muchas veces al mes cuanto me queda en el banco e informo a María para que no derroche. No tengo una tarjeta visa, nunca la he usado. Vivir con el mes siguiente es sólo dar de ganar más al banco, más intereses para ellos que se hacen millonarios.
En todo lo que va de invierno no me he comprado nada de ropa, no me hace falta, están los armarios a rebosar, no me he comprado ni un libro, solo para regalarlos.
Gasto mucho en Farmacia, más de lo que quisiera, casi todos los productos para la piel que usamos son de allí, el gel de baño, la pasta de dientes, la crema de manos. Además claro, de medicinas. Gasto mucho en ellas.
De vez en cuando me entra la precoupación económica y empiezo a apuntar todos los gastos, cuando me relajo lo dejo. Ahora no controlo tanto, estoy más relajada.
Comentarios
Ya sabes que vivo con mis padres, así que intento ahorrar algo. Empecé a currar en noviembre, pero entre pagar deudas a mis padres, la navidad y un reloj precioso (y carísimo) que le regalé a Die por terminar la carrera no pude ahorrar nada hasta este mes. Casualmente este es el mes que menos he cobrado, porque de incentivos no he llegado a los diez euros (otros meses, llegué a los 190).
Este verano, lo pasé francamente mal, seis meses de baja y trabajando para una empresa temporal, te imaginas el sueldo que me quedaba. No llegaba a los 200 y cien eran para el curso y cincuenta para el garage. Lo pasé fatal, había días que no podía ni bajarme a tomar un café :-(
Estuve meses sin comprarme ropa, sin comprarme ni un libro.
De todas formas, hubo días en ese tiempo que fui increiblemente feliz.
Es cierto que el dinero no da la felicidad, pero tenerlo, te ayuda a vivir sin rucarte tanto la cabeza.
Me voy a ir todas las mañanas a la playa con una pala, a cavar aleatoriamente. Nunca se sabe... mira que si encuentro un tesoro o algo... ( o un billete de 500 eulo..)
xD