DE VEZ EN CUANDO LA VIDA TOMA CONMIGO CAFÉ
Hay días que aunque amanezcan nublados de pronto sale el sol. Hoy es un día de esos. Me ha llegado un email que me ha elevado los ánimos. Llevaba unos días dándole vueltas a ¿por qué tengo que ser tan especial? ¿por qué no puedo ser del rebaño? Ellos parecen más felices. No piensan y por lo tanto sufren menos. Intentando hacer las cosas que se esperan de mí. Comportándome como una funcionaria, una madre, una hija, una amiga normal. Y hoy me han reforzado de nuevo en mi extraña manera de ver la vida.
Solo al final sabré si yo tengo la razón. Cuando me siente al umbral de mi muerte y recopile datos y vea si he sido feliz o no. Si he procurado hacer todo lo posible para serlo. De momento me seguiré equivocando, seguiré sin hacer deporte, sin adelgazar, sin leer el Código da Vinci, sin ver las pelis de moda, sin salir a desayunar con quien no me quiere, sin participar de la merienda de negros en la que se embarcan, sin esperar a que llegue el viernes, disfrutando toda la semana, sin querer un coche nuevo, sin ser normal.
Fuera de la campana de Gauss. En el sitio de los muy malos o los muy buenos, pero no en la masa informe.
Gracias Pep.
Comentarios
Dos besos
A mi el final no me preocupa. Con tal que sea corto...
Dos besos